Octubre / 2022 | Juanjo Matas Rosúa
Texto revisado y corregido por Eva Aguilera Parejo
Hemos charlado con María de la Barca Fernández-Reinoso, una de las arquitectas integrantes del equipo multidisciplinar que ha conseguido una subvención de 3.5 millones de euros de los fondos de recuperación europeos Next Generation para el proyecto de renaturalización del río Genil, a su paso por Loja
La arquitecta María de la Barca Fernández-Reinoso en Los 25 Caños, uno de sus primeros proyectos de rehabilitación
María de la Barca es arquitecta y su relación con Loja viene de largo. Desde diciembre de 1998 ha trabajado en el Consorcio para el Desarrollo Rural del Poniente Granadino. Allí participó en el equipo de rehabilitación del entorno de la Fuente de los 25 Caños, la construcción de la nueva comisaría de Policía Local y la rehabilitación del lavadero de la Alfaguara.
Casi dos décadas después, vuelve a trabajar en Loja. Esta vez forma parte del equipo multidisciplinar que ha conseguido 3.5 millones de euros de fondos de recuperación europeos Next Generation para renaturalizar el río Genil a su paso por Loja. Se trata de un proyecto moderno y ambicioso que ha quedado en sexta posición de un total de 230 proyectos presentados en toda España
Parque del Paseo del Genil, ya acabada la primera fase. Foto de La Plaza Digital
Hola, María. ¿Nos puedes explicar la historia de este proyecto?
Los antecedentes de esta intervención arrancan hace más de 10 años; entre 2009 y 2012 la Agencia Andaluza del Agua de la Consejería de Medio Ambiente, dependiente de la Junta de Andalucía, ante el evidente riesgo de inundabilidad existente por las crecidas del río Genil a su paso por Loja, decidió ejecutar muros y escolleras a ambos márgenes del río. El objetivo era encauzarlo a su paso por el casco urbano y proteger las viviendas en caso de avenidas de agua.
En la margen izquierda se optó por ejecutar muros de hormigón armado. En la margen derecha se decidió realizar una escollera. Y en el puente del Gran Capitán, donde se produjo el derrumbe de uno de sus estribos a causa de una avenida durante las obras en enero de 2009, se optó por construir una gran plataforma adosada al mismo que permitiera construir un «cuarto ojo». Aunque la Consejería de [Agricultura, Pesca y] Medio Ambiente tenía previsto llevar a cabo la renaturalización de las márgenes del río y las escolleras, finalmente estos trabajos no se llevaron a cabo.
La idea de renaturalizarlo bajo el nombre de «Ecoparque Fluvial» fue presentada y discutida en las jornadas de EcoLoja de junio de 2012. Posteriormente se presentó varias veces a la ciudadanía para recoger propuestas. Sin embargo, la demanda de renaturalización fluvial del río Genil en Loja no fue posible hasta el año 2017. Fue el momento en el que se inician los trámites para encargar un Proyecto Básico de Renaturalización Fluvial que vería la luz en 2019. A lo largo de 2020 se obtuvieron las necesarias autorizaciones por parte de los distintos organismos competentes, principalmente [la Consejería de] Cultura y [la] Confederación Hidrográfica del Guadalquivir.
En el año 2021 gracias a los fondos del PFEA [Programa de Fomento de Empleo Agrario] se ha llevado a cabo una primera fase de renaturalización de la margen derecha del río. Se trata del tramo de 500 metros correspondiente al espacio existente entre los puentes del Gran Capitán y el de Aliatar. En esta primera fase se ha desarrollado el parque bautizado por la ciudadanía como «Paseo del Genil».
Una vez terminada esta primera fase, se comenzará con la fase 2. Esta se corresponde con la creación de otro parque más grande y ambicioso, ya que se prevé la creación de praderas y un bosque de inundación. Este parque se situaría en la zona que está detrás del hospital y el Centro Cívico Adolfo Suárez.
Infiernos Bajos y Altos, lugar donde empezará y acabará el futuro sendero que discurrirá por toda la ribera del Genil a su paso por Loja. Fotos de La Plaza Digital.
¿En qué consiste este proyecto? ¿Cuáles serán los beneficios a nivel ambiental o paisajístico de los que podrán disfrutar los vecinos y vecinas de Loja?
Bueno, los principales objetivos de este proyecto son resolver el problema del riesgo de inundación y recuperar el buen estado del río, que ahora mismo es un espacio residual. Actualmente hay problemas de vertidos, pocos hábitats y una biodiversidad por debajo de lo esperado. Además, existe poca conciencia social sobre el gran número de beneficios que puede ofrecer un río con un ecosistema sano para el conjunto de la ciudad.
El proyecto consta de dos parques: uno ya desarrollado y otro más ambicioso. Este último constará de una mayor extensión y una mejora en la vegetación de ribera. Esta mejora incluirá un bosque de inundación, la reintroducción del olmo y la naturalización de la escollera. Además, habrá prados altos (floridos, para recuperar polinizadores y mariposas) y prados bajos. Estos últimos estarán detrás de la zona del hospital y del centro cívico. Gracias a la construcción de un sendero, se unirá el Monumento Natural de los Infiernos Altos con el mirador de los Infiernos Bajos.
Otra de las actuaciones consistirá en despejar el cauce del río de plantas invasoras (como los cañaverales) y proteger los puntos más vulnerables a las avenidas [de agua] con soluciones basadas en la naturaleza. Es decir, sin construir barreras que impidan la dinámica fluvial con materiales como el hormigón. Se pretende convertir el río en un elemento vertebrador del paisaje y de la vida de todos los vecinos.
Este proyecto se irá realizando por fases, según los recursos económicos de los que se disponga. La ejecución puede llegar hasta el 2025 y el Ayuntamiento deber aportar un porcentaje, pues la subvención que hemos conseguido no cubre la totalidad del proyecto.
Otro de los aspectos positivos es que sirva como elemento adicional de atracción turística, potenciando la oferta actual. Así, además de los beneficios ambientales, también funcionará como dinamizador de la economía local.
Las técnicas de bioingeniería y de soluciones basadas en la naturaleza serán las empleadas en las diferentes intervenciones que se irán realizando en los distintos tramos del río. Cada zona tiene una problemática diferente y, por consiguiente, requieren soluciones especializadas.
En el parque fluvial actual, por ejemplo, se han incorporado especies que aguanten bien la sequía, tales como el esparto o el romero. Además, gracias al Ministerio para la Transición Ecológica, se han plantado un gran número de olmos resistentes a la grafiosis. Esta enfermedad está diezmando las poblaciones de estos árboles, que tradicionalmente han ocupado las riberas de los ríos en el sur. Gracias a la ejecución de este tipo de técnicas vamos a recuperar parte de la biodiversidad. Las actuaciones posibilitarán que especies como el martín pescador o la garza real vuelvan al río Genil, además de recobrar la dinámica fluvial
También será un paseo cultural. El parque se integra con el casco histórico de la ciudad y funde estos dos ámbitos patrimoniales: el monumental y el natural. Una de nuestras visiones al desarrollar este proyecto era que debía existir un hilo conductor entre los diferentes elementos que definen el carácter de la ciudad. Y el patrimonio relacionado con los usos del agua, como los regadíos tradicionales, es algo muy característico de Loja. Su patrimonio relacionado con este elemento es vastísimo.
Otro aspecto importante es involucrar a la ciudadanía en la intervención que estamos realizando. Deben conocer todos los beneficios que otorga un ecosistema fluvial sano. Por este motivo, también se ha planteado que haya jornadas de voluntariado para realizar determinadas actuaciones. Ya se hace en Granada a la hora de, por ejemplo, recuperar algunas acequias. Que los ciudadanos participen en el proceso de renaturalización del río es capital para garantizar su conservación a largo plazo.
Terrenos donde irá el parque en la segunda fase del proyecto, tras el Hospital y el Centro Cívico Adolfo Suárez. Foto de La Plaza Digital.
Dado que habéis quedado en una 6.º posición de 230 candidaturas para optar a los fondos europeos, supongo que estaréis muy satisfechos; ya que, por ejemplo, el proyecto de Granada no ha sido elegido.
Cuando nos dieron la noticia de que habíamos conseguido la subvención nos temblaban las piernas. Y es que siendo un equipo de una ciudad de 20 000 habitantes y quedar en esta posición es un motivo para estar muy orgullosos. No solo nosotros, también toda la gente del Ayuntamiento de Loja que ha trabajado muy duramente para sacar este proyecto adelante. Y los propios lojeños y lojeñas, que también han tenido un papel muy destacado en este proyecto. La verdad es que para la siguiente convocatoria me encantaría que el proyecto de Granada también resultase elegido, ya que en este tipo de obras la gran beneficiada es la ciudadanía en su conjunto. Los ciudadanos debemos exigir lo que queremos, y en Loja exigían su derecho al río.
¿Crees que hay un cambio de paradigma en las administraciones locales con respecto a sus ríos y al tratamiento que hay que darle a los mismos?
Ha habido un cambio de paradigma; pero no por parte de la administración, sino de todos los ciudadanos. Me explico: el problema que tienen los ríos con las ciudades es que se desbordan e inundan ciertas zonas. Anteriormente, la forma de proceder por parte de la administración era hacer una barrera, un encauzamiento; como, por ejemplo, en el río Manzanares. Esto también ocurría porque lo que la ciudadanía demandaba era este tipo de intervenciones.
Hay un cambio de paradigma en el objetivo de las subvenciones de Europa. Se busca transformar el tejido productivo hacia la sostenibilidad, digitalización, rehabilitación, etc., con fondos de recuperación tras la pandemia.
Ahora se ha visto el bienestar que implica para la sociedad los ecosistemas sanos de los ríos y su importancia en la lucha contra el cambio climático. Por tanto, se exige otro tipo de soluciones. Han sido los propios ciudadanos los que han empujado en esta dirección a la administración, que ha tomado nota cambiando la óptica bajo la cual se realizarán las actuaciones en los entornos fluviales.
¿Ha sido fundamental el plan Next Generation europeo y el Plan de Transformación, Recuperación y Resiliencia del Gobierno de España para desarrollar este proyecto?
Totalmente, sin los fondos europeos no hubiera sido posible conseguir esta subvención. El equipo estaba en el sitio adecuado en el momento adecuado. El comité evaluador ha premiado aquellos proyectos maduros que ya estuviesen iniciados, y nuestro proyecto ha sido valorado muy positivamente. Las autoridades europeas han apostado por la Europa de las ciudades, por la rehabilitación, por la lucha contra el cambio climático. Y ahí estábamos nosotros (y yo, como lojeña de adopción) para decir: «¡Nosotros los primeros!».