Ramón Soler presenta el documental “Seres de Luz” en el Teatro Imperial de Loja, la obra defiende la protección, defensa e integración de los menores extranjeros no acompañados frente al discurso del odio contra este colectivo que promueven grupos políticos como VOX
Teatro Imperial de Loja durante la presentación del documenta. Foto de La Plaza Digital
Durante la tarde de ayer se proyectó en el cine Imperial de Loja el documental Seres de Luz, un documental dirigido y creado por Ramón Soler que cuenta la historia de tres menores extranjeros no acompañados, Abde, Blessing y Mabel, un chico marroquí y dos chicas guineanas que llegaron a nuestro país sin absolutamente nada, jugándose la vida persiguiendo el sueño de una vida mejor.
Una obra que busca desmontar el discurso del odio que grupos políticos de extrema derecha -como VOX– dirigen hacia estos chicos y chicas, relacionándolos con delincuencia, violaciones y robos. Una de las participantes del documental narra como tan solo un ínfimo porcentaje de estos chicos y chicas comete delitos, el resto lo único que quiere es tener una vida mejor que la que tenían en sus países de origen.
Estos tres jóvenes llegaron al Hogar San Ramón y San Fernando, donde gracias al cuidado y al apoyo de sus educadoras y educadores pudieron ir superando las numerosas dificultades con la que se encuentran estos chavales al llegar a España; como el desconocimiento del idioma o los problemas psicológicos.
El documental da voz a diferentes personas que ha intervenido en la adaptación social y laboral de Abde, Blessing y Mabel, como el director del Virgen de la Caridad, Antonio García, que cuenta como fue el proceso de escolarización y aprendizaje de estos chicos en el instituto Virgen de la Caridad. También participan varios trabajadores del Hogar San Ramón y San Fernando, explicando el proceso de adaptación de los protagonistas del documental a la sociedad lojeña.
Un breve, pero intenso, documental que sirve para mostrar la realidad vital de estos chicos y chicas que lo único que quieren es progresar y conseguir un mejor futuro para ellos y para sus familias. Unos chavales que se merecen la protección de una sociedad y de un estado que debe de velar por cuidar de los más vulnerables, y pocas personas hay más vulnerables que chicos y chicas menores de edad, solos y en un país extranjero.