Noviembre 2022 / Juan José Matas Rosúa
Texto revisado y corregido por Eva Aguilera Parejo
Tras la primera campaña de excavación, el equipo arqueológico ha descubierto parte de la muralla de este importante poblado indígena íbero; cuya función principal era vigilar las rutas comerciales fenicias que conectaban el puerto de Frigiliana y la vega de Granada
Foto del equipo de excavación con la muralla descubierta el fondo. En este equipo han participado arqueólogos profesionales y alumnos de máster y grado. Foto de Andrés Adroher
El patrimonio arqueológico de la comarca sigue sorprendiéndonos. Tras las últimas excavaciones realizadas en el yacimiento de la Mesa de Fornes, el equipo arqueológico ha descubierto la muralla de un impresionante poblado de indígenas íberos. Se piensa que habitaron este poblado fortificado hace 2 800 años, entre los siglos VII y VIII a.C.
Los comerciantes fenicios
Para contextualizar correctamente este yacimiento, debemos conocer la importante huella que dejaron los fenicios en nuestro territorio. Esta civilización, una de las más importantes de la Antigüedad, llegó a la península ibérica hace unos 2 900 años. Más concretamente, a las costas mediterráneas que hoy conocemos como Málaga (Malaka) y Cádiz (Gadir). De hecho, fueron quienes fundaron estas ciudades andaluzas, además de otras más cercanas a la comarca como Vélez-Málaga.
La historia de los fenicios en la península ibérica está íntimamente relacionada con el comercio, especialmente de metales preciosos. Las relaciones entre los fenicios y los pueblos indígenas íberos se basaban en el intercambio de estos metales, extraídos de los recursos mineros locales, a cambio de objetos ya manufacturados.
Foto a vista de dron de la zona de excavación donde se puede apreciar por donde continúa la muralla, aún sin excavar, y tapada por una gran cantidad de rocas que deberán ser extraídas. Foto de Andrés Adroher
La función del poblado amurallado de la Mesa de Fornes
En la época de mayor esplendor de este yacimiento, los fenicios se encontraban asentados en la costa de Málaga, en el puerto de Frigiliana. Tenían gran interés en penetrar hacia las zonas de la Vega de Granada para comerciar, especialmente con cereales y metales como el hierro y la plata. Este poblado se encontraba en una posición estratégica, por lo que sus habitantes controlaban las rutas de acceso que usaban los fenicios para adentrarse hacia la vega.
La gran muralla de este asentamiento, de unos 5 metros de altura en piedra y otros 2 o 3 en construcción de tierra, estaría pintada de color blanco o rojo. No solo obedecía a fines defensivos y militares, sino que también funcionaba como un elemento de referencia en el paisaje. Es decir, servía para señalar a este poblado como el centro económico, social y militar del territorio.
Resultados de la primera excavación
Andrés Adroher, catedrático en Prehistoria y Arqueología en la Universidad de Granada, es el responsable de la primera excavación realizada en este yacimiento. Hemos tenido la oportunidad de hablar con él sobre los resultados tan prometedores de esta primera excavación, llevada a cabo hace apenas unas semanas.
El poblado, de unas 4,5 hectáreas de extensión, se encuentra en una meseta elevada con un alto nivel de protección natural proporcionado por los acantilados que la rodean. Es más, una gran muralla cierra su perímetro y lo hace casi inexpugnable.
Según nos cuenta Andrés, «uno de los problemas más importantes que ha presentado la excavación ha sido la enorme cantidad de rocas que hay encima de la muralla y que deben ser retiradas para ir descubriendo la fortificación». Se trata de «un proceso laborioso y complejo, ya que es difícil distinguir las piedras que forman parte de la muralla de las que no lo son»; nos señala el profesor.
En esta primera intervención, el equipo ha excavado una pequeña extensión de 6 metros, que ha servido a modo de «ventana» para poder sacar a la luz la muralla original. Esta mide al menos 5 metros de altura en piedra y poseería una elevación adicional de 2 o 3 metros en construcción de tierra. También se ha descubierto un bastión (una especie de torre) que estaría asociada a esta muralla. «Este bastión presenta un estado de conservación peor que el de la muralla», nos explica el profesor.
Zona de la excavación a vista de dron. Foto de Andrés Adroher
Adroher también nos explica que normalmente este tipo de excavaciones se suelen complicar a medida que te vas acercando a la puerta principal de la fortificación. Según nos comenta, en este tipo de excavaciones, cuando te vas acercando a la puerta principal la muralla deja de ser continua, algo que, piensa, podría estar sucediendo en la excavación, lo que podría indicar que se están acercando a la puerta principal. Descubrir este acceso sería una gran noticia de cara a próximas intervenciones arqueológicas.
Ya en el interior del poblado, el profesor nos explica que lo más llamativo ha sido descubrir que las construcciones que existían eran de tipo cuadrangular. Es decir, eran mucho más complejas que las cabañas redondas o elípticas; pues las viviendas estaban divididas en estancias: zonas de almacenaje, de producción de artesanía, de descanso, etc. Este tipo de construcciones apuntan a una sociedad más compleja desde el punto de vista social, organizativo y productivo. Además, también han localizado cerámica fenicia durante la excavación; lo que prueba la relación de estas antiguas gentes con los colonizadores semitas .
Según el profesor, «los habitantes de este poblado vivieron ahí unos 100 o 150 años. Después, se bajaron hacia lo que hoy es Fornes, en la zona de Cerro Alto, al lado del cementerio, y estuvieron ahí hasta época romana. Es algo entendible, ya que el acceso al poblado es duro y complicado». El arqueólogo afirma que han cumplido sobradamente los objetivos en esta primera intervención, y que la intención es continuar excavando y estudiando este yacimiento. El profesor también resalta el gran trabajo y la buena predisposición que han mostrado tanto el Ayuntamiento como el propio pueblo de Fornes durante las excavaciones.
Una intervención muy «peleada» por el Ayuntamiento de Fornes
La alcaldesa de esta localidad, Ana Belén Fernández Navas, comenta al equipo de La Plaza Digital lo siguiente: «Llevábamos mucho tiempo queriendo actuar en este yacimiento. Sabíamos que había algo importante, sobre todo gracias a Juan Antonio Pachón; que ya había escrito sobre los posibles restos de una gran muralla en este yacimiento. Tras sacar la Diputación unas líneas de subvención para intervenciones arqueológicas, la solicitamos; y con la ayuda de Miguel Castellano y Andrés Adroher redactamos el proyecto. Estamos muy contentos con los resultados, ya que los hallazgos han sido sorprendentes y muy ilusionantes. Se ha descubierto un gran tesoro que estamos obligados conservar y a proteger».
Agradecemos al técnico de Historia y Arqueología de la Diputación de Granada, Miguel Castellano, su ayuda en la creación de este artículo. Y también al profesor, arqueólogo y catedrático Andrés Adroher, el tiempo que ha dedicado a explicar a este medio los resultados de esta primera excavación.