Miguel Jáimez
Asesor laboral.
Los suministros
Antes se hablaba de bienes de primera necesidad como son la comida, los productos de higiene o las medicinas, pero en los tiempos que estamos han pasado a ser los productos de primera necesidad los suministros, que son tan vitales para la subsistencia humana casi como estos últimos.
La electricidad o la gasolina han pasado a formar tanta parte de nuestras vidas que las necesitamos en todas las actividades de nuestra vida diaria. Quién no tiene ahora un vehículo o quién no tiene todo tipo de electrodomésticos en los hogares para hacer cosas esenciales como pueden ser cocinar, lavar, planchar, limpiar, etc.
Nunca las facturas o gastos de estos suministros formaban una parte tan elevada de los gastos de las casas. Llegan a ser tan excesivos que para muchas familias son un ahogo y no les permite llegar a final de mes con algo de dinero o incluso tienen carencias importantes en otras necesidades básicas de la bolsa de la compra.
Parecen que las elevadas facturas son debidas a la avaricia y la sinrazón de grandes compañías o corporaciones. Es irracional que en un país con tantas posibilidades de obtención de energía, tengamos tan elevadas las facturas de la luz.
Aquí, la culpa no la tiene nadie y la tienen todos; gobierno, Europa o las empresas eléctricas, pero los consumidores nos vemos con serios problemas para hacer frente a estos gastos tan básicos e importantes para las familias.
También es evidente que los valores de las acciones y los beneficios de los accionistas están por encima del bien de los ciudadanos, y pasan por encima de los derechos de los consumidores para que estos tengan unos suministros con unos precios más adecuados a los salarios y al hecho de su importancia en la vida diaria.
Tendrían que tomar medidas a nivel europeo para que estos suministros estuvieran blindados por leyes que ampararán a los consumidores, y así un control sobre los precios de estos suministros que son evidente que ya forman parte de las necesidades básicas de cualquier casa, empresa, autónomo u organismo público.