Se trata de una tradición ancestral, similar a la de Halloween, en la que los niños iluminaban con ellos las calles mientras cantaban canciones populares
El taller tendrá lugar el próximo lunes, 31 de octubre, en la Placeta del Convento, y posteriormente los niños recorrerán con sus farolillos las calles del pueblo acompañados de sus padres y abuelos
Un grupo de niños y jóvenes de Montefrío volverá a recuperar el próximo lunes, 31 de octubre, una tradición ancestral del Poniente granadino que cayó en desuso hace años, y que la ‘invasión’ de Halloween hizo caer casi por completo en el olvido.
Se trata de los faroles realizados con melones, que antiguamente los niños decoraban días antes de la festividad de Todos Los Santos, e introducían después una mariposa de aceite en su interior que le daba ese aspecto tenebroso. Además, los niños recorrían las calles del pueblo con ellos, iluminándolas mientras cantaban canciones populares.
Esta tradición está documentada en el Atlas del Patrimonio Inmaterial de Andalucía, que elabora el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, y los melones se colgaban en el dintel de las puertas de las casas para ahuyentar a los espíritus que vagan libres durante la Noche de Ánimas.
Merienda gratuita
La concejalía de Juventud del Ayuntamiento de Montefrío, dentro del Plan ‘Ciudad ante las drogas’ (en el que colabora la Junta de Andalucía), y en colaboración con el AMPA Acuarela, ha organizado un taller de fabricación de faroles de melón, que tendrá lugar el próximo lunes a partir de las 19 horas en la Placeta del Convento.
Posteriormente, a partir de las 19,30 horas, los niños recorrerán las calles del pueblo acompañados de sus padres y abuelos, “en una actividad con la que pretendemos fomentar la convivencia intergeneracional y recuperar esta costumbre tan preciosa”, señala la concejala de Juventud montefrieña, Miriam Ortega.
Además, el Ayuntamiento obsequiará con una merienda a todos los niños y niñas que asistan.
La edil destaca la importancia de este tipo de talleres, “que nos ayudan a mantener tradiciones tan nuestras como esta, y a que nuestros jóvenes conozcan que en Andalucía tenemos desde hace siglos esta alternativa a las calabazas de Halloween”.