Alumnos que se matricularon a principio de curso en cualquiera de las ramas de bachillerato compaginándolo con la formación musical, se ven ahora obligados a cambiarse a la modalidad de Artes para poder titularse.
Alumnos se manifiestan por la defensa de la modalidad musical de bachillerato
Los alumnos que cursan la modalidad de bachillerato musical viven desde hace semanas una situación de gran incertidumbre generada por el anuncio de la aplicación, en mitad del curso, del Real Decreto que desarrolla la nueva Ley de Educación, la conocida como Ley Celaá. Un cambio sustancial en las normas de juego a mitad del partido, una jugarreta para al menos 300 matriculados en dicha modalidad de bachiller en toda Andalucía.
El llamado “Bachillerato Musical”, consiste, desde su creación en 1992, en un régimen especial que permite compatibilizar los estudios de bachillerato con los dos últimos cursos de las enseñanzas profesionales de música y danza impartidas en los conservatorios. Cursando las asignaturas troncales del Bachillerato y una de la rama específica que hayan elegido, junto a las ocho que corresponden a los conservatorios profesionales de música o de danza, los alumnos pueden afrontar una carga lectiva asumible. Esa ventaja les permitía además poder cursar cualquiera de las ramas principales del Bachillerato: Ciencia-Tecnología, Humanidades-Ciencias Sociales o Artes, por lo que los alumnos pueden acabar esos dos últimos cursos de conservatorio sin cerrarse ninguna puerta tras acabar el bachiller.
Sin embargo, la nueva Ley de Educación establece que los alumnos del régimen especial de Música y Danza tan solo podrán titularse de Bachillerato desde la rama de Artes. El Real Decreto en cuestión, especifica que las asignaturas de modalidad (adicionales a las comunes) que se deben cursar para obtener esta titulación, solo pueden ser las de Artes, concretamente, Fundamentos del Arte I y II.
Si este cambio ya supone un problema para los alumnos del bachillerato de música y danza, en tanto que limita sensiblemente sus opciones en la etapa bachiller y la posterior, el hecho de que vaya a ser introducido en pleno curso académico, está provocando verdadero dolor de cabeza no solo a los alumnos, sino a sus familias y a los centros educativos en los que están matriculados.
Quienes comenzaron este curso en el bachillerato musical, se habían matriculado en una rama concreta de bachillerato, con unas asignaturas específicas de esa rama, ya han superado el primer trimestre y están inmersos en el segundo, pero de repente, se les dicen que no vale, dejándoles unas alternativas a cual más inasumible a estas alturas de curso:
-Abandonar el régimen de simultaneidad de enseñanzas, para realizar el bachillerato de su opción completa (con 5 asignaturas adicionales a las actuales), recuperando el trimestre pasado y la mitad de este segundo. A todas luces imposible, ya que estos alumnos tienen que asistir todas las mañanas al conservatorio tras las clases de bachiller.
-Abandonar la modalidad que están cursando ahora y cambiarse a la modalidad de Artes. Ello resulta inviable, pues en la gran mayoría de IES no existe la nueva asignatura obligatoria que deben cursar (Fundamentos del Arte I y II).
-Matricularse en el IPEP de Almería para cursar online sólo esta asignatura (Fundamentos del Arte I y II ).
Estas opciones pueden suponer desde la pérdida de todo el curso, hasta el abandono de los estudios musicales de alumnos que llevaban más de ocho años de su vida invertidos en ello.
Lo que está reclamando toda la comunidad, alumnos, padres y centros, entendiendo que es lo más sencillo, es que se respete el espíritu de la ley y se facilite la transición mediante una moratoria en la aplicación de la norma, de tal forma que los alumnos que han empezado el bachillerato musical este año, puedan finalizarlo con las mismas reglas con las que lo empezaron.
Tras las lógicas protestas llevadas a cabo por los alumnos, sus familias y los centros educativos, la situación actual es que el Ministerio de Educación tiene previsto convocar a la comisión de ordenación académica para plantear una solución a la injusta situación en la que la aplicación de la nueva ley ha dejado a tantos estudiantes, entre los cuales, varios de nuestra comarca, que se encuentran matriculados en el régimen especial de Música y Danza en centros de Málaga y Granada.