Miguel Jáimez
Asesor laboral
Electricidad y gasolina
Que los suministros están súper caros, ¿Quién lo va a negar?, sería un negacionista de lo evidente, como el que niega el COVID, un auténtico absurdo. Bueno, hoy podemos decir que los transportistas tienen todo el derecho y la necesidad de hacer huelga porque la realidad no hay quien la pueda ocultar, los precios son los que son y las subidas son insoportables, ya no solo para los profesionales sino también los particulares porque no hay casa que soporte estas facturas sin dificultad.
En estos días hemos aprendido cómo se calcula el precio de la electricidad en los mercados y cómo se aumenta artificialmente por el precio del gas y no por los costes de producción. Es evidente que la producción de energía y el consumo de la misma es cada vez mayor y se ha convertido en un bien de primera necesidad, se necesita cambiar nuestro sistema de producción y caminar hacia producciones más independientes de las energías de elementos fósiles.
En estos días de paros de los transportistas, la mayoría de las personas nos sentimos identificadas con sus reivindicaciones, asumimos sus peticiones como propias y vemos la necesidad de llevar a cabo sus protestas.
Pero, también me planteo si tengo claro quién es el culpable o culpables del ahogamiento del sector, ¿es el gobierno el que pone los precios?, ¿es quien impone o puede imponer topes a esos precios?, ¿se puede hacer solo desde España?, creo que legalmente dependemos de la normativa europea y de los intereses de terceros países.
Si estamos en Europa, como socios de la Unión Europea debemos admitir la normativa comunitaria. Pero estos no es óbice para pelear por nuestros intereses, esa ha sido la apuesta del gobierno español que, junto al portugués, han conseguido que tengan en cuenta las particularidades energéticas de la Península Ibérica y se haya conseguido de una negociación llena de dificultades que los gobiernos de ambos países puedan tomar medidas para paliar el disparate del coste energético.
En la semana que viene veremos en qué medidas se materializan para hacer frente a esos abusivos precios de los suministros para la energía eléctrica y de los combustibles, esperemos que cubran lo suficiente para que todos podamos tener unos suministros a unos precios razonables.
Lo que sí está claro es que las energías alternativas, ecológicas y renovables son cada vez más necesarias para nuestro propio abastecimiento y no tener una dependencia de terceros países, energías más limpias y seguras, lo que también nos hace ver que el camino a seguir esta cada vez más relacionado con el autoconsumo y la producción propia.
Tampoco puede ser que las grandes compañías tengan esos beneficios desorbitados a costa de los consumidores con beneficios inflados a costa del empobrecimiento de la mayoría de los ciudadanos. Esos “benéficos caídos del cielo” tienen que volver a los bolsillos de las familias que viven en la tierra, no pueden enriquecerse unos pocos a costa del mal vivir de la mayoría.