Andalucía apenas tiene una tasa de 3 psicólogos cada 100.000 habitantes. La media de España es de 6 y la europea de 18. Casi 20,000 andaluces están en lista de espera para una consulta psicológica.
En Andalucía faltan profesionales de la salud mental. Tanto psicólogos como psiquiatras. Tenemos la mitad de profesionales en estas dos ramas sanitarias que la media española, y cuatro o cinco veces menos que la media europea. A pesar de déficit de estos profesionales en el Servicio Andaluz de Salud, los psicólogos son la categoría profesional que ha tenido un menor incremento de número de plazas.
Según un informe de la Asociación de Especialistas en Psicología Clínica del SAS, la crisis de la COVID afectará más a la salud mental de las personas que a su salud física, no en letalidad, pero sí en la cantidad de gente afectada, que será bastante mayor.
Estos especialistas indican que los colectivos más afectados por trastornos mentales serán aquellos que han sufrido pérdidas de seres queridos, los que han tenido que ser hospitalizados, personas que han perdido su trabajo o sus proyectos vitales han sido bloqueados o destruidos por los estados de alarma, además de aquellos que han tenido que pasar el confinamiento y las cuarentenas en soledad.
España es el país que más psicofármacos consume de la Unión Europea. Dos millones de españoles los toma a diario. Su uso se ha intensificado durante la pandemia.
El informe señala que una de las consecuencias de este déficit de psicólogos en la atención pública sanitaria es centrar la solución del problema mental en los tratamientos con psicofármacos (diazepam, lorazepam, alprazolam, etc.) «dando lugar a respuestas puramente farmacológicas no regladas y de bajo nivel alejadas de los tratamientos efectivos y de calidad recomendados por las guías médicas».
España es uno de los países de la Unión Europea que más fármacos de este tipo consumo, dos millones de españoles consume a diario estos medicamentos, cuyo uso se ha intensificado durante la pandemia. Solo somos superados por Portugal en su consumo. Según los profesionales sanitarios el uso de estos fármacos no debería prolongarse más allá de unas semanas, pero esto no se suele cumplir y la gente está años tomándolas, provocando el desarrollo de adicciones.
El tiempo limitado de los psicólogos a la hora de atender a los pacientes hace que apenas puedan dar de cuatro a seis sesiones cada seis meses, cuando lo recomendable serían de quince a veinte. Incluso puede llegar a ser menos, ya que la media de espera para la segunda cita con el psicológo es de tres meses en la sanidad pública andaluza. Esto puede dar como resultado que un paciente apenas tenga cuatro visitas en todo el año con su psicólogo.
Ante las carencias y déficits que posee el sistema sanitario andaluz en el ámbito de la salud mental, los profesionales del sector piden a la Junta de Andalucía que se contrate a más psicólogos para poder dar una atención sanitaria de calidad y que los ciudadanos que sufren este tipo de transtornos puedan recibir tratamientos adecuados que mejoren su vida de forma real. Además de dotarlos de herramientas para aliviar el sufrimiento que le causa este tipo de enfermedades y puedan vivir con dignidad.