Juanjo Matas Rosúa / septiembre 2022
Texto revisado y corregido por Eva Aguilera Parejo
Aunque apenas se ha excavado un 10% de toda la muralla, Villavieja es uno de los poblados amurallados prehistóricos de la Edad del Cobre mejor conservados de Europa, un verdadero tesoro para el patrimonio del Poniente Granadino
Vista aérea de la muralla, dos torres y un contrafuerte del poblado de Villavieja. La muralla tiene un total de 300 metros y casi dos metros de ancho. En su apogeo estiman que pudo llegar a los 5 metros de altura. Foto de la Plaza Digital
El poblado prehistórico de Villavieja se encuentra a apenas dos kilómetros de Fuentes de Cesna, en Algarinejo. Aunque la primera mención de su existencia la hace el geógrafo Pascual Madoz en 1845, no es hasta el año 2012 cuando comienza a estudiarse en profundidad y se empieza a desvelar su importancia como yacimiento prehistórico.
Un poblado de casi 5000 años de antigüedad
El asentamiento prehistórico de Villavieja estaba perfectamente protegido por dos elementos; por una parte, el excelente abrigo natural que proporcionan los tajos, de hasta 50 metros de altura en algunos puntos, y por otra por la inmensa muralla de 300 metros de longitud, 2 metros de ancho y 5 metros de altura que construyeron sus pobladores hace 4800 años, haciendo del poblado una fortaleza inexpugnable frente al ataque de otras tribus o depredadores.
A lo largo de la muralla también se distribuían una serie de torres, que servían como vivienda y contrafuertes, que suponían elementos adicionales de protección y refuerzo de esta estructura.
Una de las puntas de flecha, tallada en silex, descubierta en el recinto. Foto de la comunidad Villavieja, poblado prehistórico
Un símbolo de poder
La construcción de esta muralla no solo obedecía a fines defensivos, sino que también funcionaba como un símbolo de poder. En una época en la que los humanos vivíamos en chozas de madera, una construcción de este tipo era un emblema del poderío que poseyeron sus pobladores, ya que el trabajo y los recursos necesarios para construir la muralla y sus torres, tuvo que ser descomunal.
Esta fortaleza era el punto de referencia para todas las aldeas que se distribuían por los bosques de esta zona. Sirviendo también, como lugar de refugio al que acudirían caso de conflicto con otras tribus.
Una vez que visitas este yacimiento, y contemplas las vistas que tuvieron los hombres y mujeres que decidieron establecerse aquí se entiende rápidamente el por qué eligieron este lugar, las vistas y el domino del paisaje que poseían era excepcionales.
¿Por qué es tan importante este yacimiento?
Antonio Morgado, arqueólogo responsable de las últimas excavaciones, señala dos elementos que diferencian a este yacimiento de otros de su misma época; Por un lado, su excelente nivel de conservación, ya que se han mantenido 3 metros de muralla original -de cinco que piensan, podría tener en su época de máximo esplendor- y, por otro, que su descubrimiento se haya producido en pleno siglo XXI “cuando ya pensamos que está todo descubierto”.
La época de su descubrimiento no es un detalle baladí, ya que las técnicas y las herramientas que posee la arqueología hoy en día, pueden dar muchísima más información que las que poseían los historiadores y arqueólogos hace 50 años, esto hace que las investigaciones actuales y futuras en Villavieja puedan arrojar muchísimo más conocimiento sobre las sociedades y el modo de vida del hombre en la Edad del Bronce.
Zona interior de la muralla, donde el equipo de arqueólogos ha descubierto los pasillos de acceso a las torres defensivas, un hallazgo inédito hasta la fecha. Foto de La Plaza Digital
Un yacimiento aún por descubrir
Apenas se ha excavado un 10% de la muralla, la intención del equipo de arqueología, según Antonio Morgado, es descubrir al menos un 40% y también comenzar con la trama urbana, es decir, la zona en la que estaban las viviendas de los pobladores. Una zona que podría arrojar también muchísima información sobre la vida de este asentamiento y la forma de vida de estos humanos prehistóricos.
El estudio de los elementos cotidianos que los arqueólogos van revelando también es muy importante; por ejemplo, uno de los profesionales que participa en las excavaciones nos cuenta que, analizando las vasijas de barro, gracias a las herramientas y técnicas de análisis actuales, los científicos pueden saber si los alimentos que contuvieron tenían algún tipo de lípido, es decir de grasa, pudiendo conocer, de estar manera, que alimentos guardaron en esos recipientes. Esto, unido al estudio de las de semillas o el polen, arrojará información sobre la alimentación de estas sociedades y del medio natural que los rodeaba.
El equipo de arqueólogos y arqueólogas trabajando en una de las torres en la última campaña de excavación. Foto de La Plaza Digital
El Poniente Granadino, un territorio “prehistórico”
El poblado de Villavieja se suma a otros importantes yacimientos arqueológicos de la prehistoria que ya posee nuestra comarca. Tales como la necrópolis de Sierra Martilla, en Loja, la Peña de los Gitanos, en Montefrío o las pinturas rupestres de los Tajos del Lilo, en Loja y las de la Cueva de Malalmuerzo, en Moclín. Sin duda, el yacimiento de Villavieja supondrá un atractivo más para la atracción de turistas y curiosos, apasionados de la historia del hombre prehistórico.
Vista de dron de la muralla, las torres y los contrafuertes excavados. Foto de La Plaza Digital
Agradecer al arqueólogo Antonio Morgado Rodríguez sus explicaciones y el buen recibimiento durante la visita al yacimiento para realizar la documentación necesaria para crear este artículo, también al resto del equipo de la Universidad que trabajan de forma voluntaria en seguir desvelando los secretos del poblado de Villavieja.
Más artículos del patrimonio del Poniente
¿Sabías que el primer molino de Riofrío se construyó hace más de 300 años? ¿O qué la primera industria hidroeléctrica...
Leer másAgosto 2022 / Juanjo Matas RosúaTexto revisado y corregido por Eva Aguilera Parejo Sus dos torres fueron el germen de...
Leer más