El futuro trazado del AVE por Loja, Salar y Huétor Tájar tiene muchas sombras; posibles afecciones al acuífero de la Sierra de Loja, ocupación del polígono Manzanil II o tala de parte del paraje de “los Pinos” y construcción de varios viaductos que romperían las líneas de paisaje son algunas de ellas
Estado actual del tramo de Riofrío. Foto de La Plaza Digital
Los problemas del AVE a su paso por parte del Poniente Granadino parecen no tener fin. Después de una década de obras, el trazado sigue sin estar acabado y los efectos colaterales de las obras que deben realizarse en los próximos años se atisban profundos.
Actualmente el tramo de Riofrío se encuentra casi finalizado, tan solo falta acabar uno de los vanos del puente y el firme de la vía está prácticamente hecho. Después de este tramo, vendrán los más problemáticos y los que más afectarán a Loja, Salar y Huétor Tájar.
Consecuencias del trazado en Loja, Salar y Huétor Tájar
La afección al acuífero de la Sierra de Loja es la principal preocupación de muchos de los ciudadanos ante estas obras. Aunque ADIF comunicó que el nuevo trazado contiene sustanciales cambios para no afectar al acuífero, este tema sigue suscitando dudas y preocupaciones. Más aún viendo lo que ha pasado con obras de este tipo en zonas como el Valle de Abdalajís, en Málaga. Dónde ADIF destrozó el acuífero del pueblo dejándolo totalmente seco y pasando a depender de camiones cisterna.
Otro tema sería la ubicación de la nueva estación. Una de las principales consecuencias que parecen desprenderse de las comunicaciones de ADIF, y de los artículos publicados en la prensa especializada, es que la estación del AVE se ubicará en el tramo de Riofrío, por lo que puede deducirse que la estación actual de Loja quedaría inutilizada, un duro varapalo para el municipio cabecera de comarca.
El trazado discurriría cerca del paraje de los pinos, en la Sierra de Loja, por lo que podría ser necesario talar parte de esta arboleda que se encuentra en la falda de la montaña lojeña. Una zona natural muy valorada por todos los ciudadanos y que funciona como una importante área de esparcimiento y práctica deportiva.
A nivel industrial las obras del AVE tendrían importantes afecciones, ya que uno de los dos viaductos proyectados – de 7,7 kilómetros – sobrevolaría el polígono Manzanil II, yendo a caer uno de los pilares en las inmediaciones de la cooperativa San Isidro, afectando a la cooperativa y a su futura expansión.
Según el periodista del Granada Hoy Juan José Medina, tras el viaducto anteriormente señalado “el trazado discurre por lomas cultivadas con olivos y cruza la Cañada Real de Granada a Sevilla. A partir de este punto cruza el arroyo del Salar mediante otro viaducto de 720 metros, para atravesar posteriormente mediante un túnel de 980 metros el Cerro de Limones. Tras el túnel, el trazado salva, mediante un único viaducto de 1.084 metros, la autovía A-92 y el cauce del río Genil, para ir adosándose poco a poco a la línea de ferrocarril actual, al norte de Huétor Tájar, entorno al paraje de Las Tablillas y proximidades de la barriada de la Estación”
El paisaje salareño también se vería profundamente afectado por la mastodóntica obra, algo que ha alarmado al alcalde de Salar por la afección que tendría ésta infraestructura en el conjunto de la Villa Romana –informaba el diario local El Corto de Loja esta mañana-
Tiempos de construcción
La construcción de este trazado no es inmediata, según fuentes consultadas la fecha más próxima sería 2030, con altas probabilidades de retrasarse seis u ocho años más. Aún así, dadas las profundas afecciones que tendría sobre el paisaje, los recursos naturales, la industria y la vida de los ciudadanos del Poniente el tema debe ser tomando en serio desde ya para poder combinar el desarrollo de las nuevas vías de comunicación con la forma de vida y la propia existencia de nuestra comarca.