15 de diciembre / Redacción
Este es el primer informe del Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada que trata de ver la percepción de la ciudadanía sobre este tema

La soledad no deseada es un fenómeno presente e invisible en nuestra sociedad, cuyas consecuencias negativas influyen en varios aspectos de la vida, y se hizo evidente y alarmante con la pandemia. Por ello, en abril de 2022 La Fundación ONCE, con el compromiso de otras entidades, presentó el Observatorio Estatal de la Soledad no Deseada, una plataforma intergeneracional para visibilizar, identificar y abordar el aislamiento involuntario en que viven muchas personas en España y contribuir después a su mejora. El objetivo es producir un diagnóstico que sea la base de La Estrategia Nacional para Prevenir y Combatir las soledades no deseadas.
En noviembre, el Observatorio publicó el primer informe de la percepción que tiene la ciudadanía sobre la soledad no deseada; cómo se define; a qué se asocia; y quiénes son los responsables de combatirla.
El informe cuantifica que el 10% de la sociedad española ha sufrido la soledad no deseada en su vida en el último año. Si lo miramos con un enfoque de género, afecta más a mujeres (12%) que a hombre (9%), y si lo cruzamos por edad, la generación Z y millennials se sienten más solos que la generación X y Baby Boom.
La mayoría de la sociedad (92,9%) sabe que la soledad es un problema social de primer orden, pero a la vez reconocen no ser conscientes de ello (80%). Por otra parte, se debe referir a la soledad con su plural, soledades, porque para un tercio la soledad es sentir que no tienes alguien que se preocupe por ti, para el otro tercio no tener una familia cercana, y para el resto es no tener una amistad que se preocupe por ti.
A quienes más afecta la soledad es en especial a mayores (87,2%), seguido de aquellos sin hogar y a las personas con discapacidad (32,6%). Además, 7 de cada 10 ciudadanos conocen personas de su entorno que han podido sufrir soledad no deseada.
Eso sí, hay un consenso de que la soledad nos afecta a todos y, por tanto, es responsabilidad de todos combatirla. Así, se demanda que la soledad sea un tema transversal para los medios de comunicación, entidades privadas y la administración pública, al cual, se le pide, por parte de la ciudadanía, que haga suya la prioridad con políticas barriales.
Una Cuestión de Estado
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 de Ione Bérrala trabaja en el primer borrador para la futura Estrategia Nacional contra la soledad no deseada, según el ministerio en una nota de prensa. Las competencias en temas de acción social, residencias y cuidados recaen en las autonomías. El Gobierno tiene la responsabilidad de coordinar y garantizar que las prestaciones de los servicios sean las correctas en todo el territorio e impulsar cambios en el modelo.
Según informa el Periódico de España, el Instituto de Mayores y Servicios Social (IMSERSO) adscrito al ministerio de derechos sociales, planea el 2023 como fecha para tener el borrador de la estrategia y presentarlo a entidades y órganos autonómicos. Por ahora, “se ha realizado un proceso de consulta con el tercer sector, expertos e instituciones académicas, con el profesional técnico del Imserso y con los ayuntamientos de la red de ciudades y comunidades «amigables con las personas mayores», según el medio nacional.