ADIF adjudica a varias consultoras un nuevo estudio por valor de 2,48 millones de euros con el objetivo de una afección medioambiental mínima.
Imágenes actuales del estado de la obra de la Variante de Loja a su paso por Venta del Rayo, la Atajea y Riofrío. Fotos de La Plaza Digital.
Este nuevo estudio se realiza para adaptar el trazado del AVE de la Variante de Loja a las nuevas normativas medioambientales. El objetivo principal es que la construcción de la vía no afecte al acuífero de Sierra Gorda, un tesoro hídrico que tiene nuestra comarca.
La adaptación del trazado evita la afección al acuífero a través de un nuevo recorrido al sur de la ciudad de Loja y de la autovía A-92, además, intenta minimizar el impacto en la vega del Genil y en Salar.
El nuevo diseño discurrirá por la ladera de la Sierra de Loja e incluye varios kilómetros de túneles y viaductos para evitar afecciones ambientales. El tramo de la Variante de Loja-Riofrío es el primero de los tres tramos en que se divide el trazado completo.
El proyecto incluye la construcción de una plataforma para la futura ampliación del aparcamiento de la estación de Loja, otra plataforma para instalar el edificio técnico de la estación, un paso inferior entre andenes, dos pasos superiores y dos obras de drenaje y paso de fauna.
Se proyecta construir un viaducto de 28 metros de altura para salvar el valle del río Salar. Un túnel de 1,2 kilómetros por el cerro de los Limones y otro viaducto para salvar el río Genil, la vega y la A-92.
El tramo de Loja-Valle del Genil discurre por los municipios de Loja, Salar y Huétor Tájar y en el proyecto destacan varios elementos:
– Viaducto de Salar, de 693 metros de longitud y 28 metros de altura. Permite salvar el valle del río Salar, las edificaciones situadas en el mismo y la carretera A-4155.
– Túnel del cerro de los Limones, de 1,2km de longitud de los cuales más de 900 van bajo tierra.
– Viaducto del Genil, de 794 metros de longitud que permite salvar el río Genil así como su vega y la autovía A-92.
Actualmente el viaducto que discurre por las pedanías lojeñas de Venta del Rayo y la Atajea se encuentra aún en construcción. La obra ha llegado a Riofrío, justo encima del nacimiento, declarado recientemente monumento natural.
Las obras de este tramos son especialmente molestas para los vecinos que las sufren a escasos metros de sus viviendas; explosiones, cortes de carretera, trabajos nocturnos de máquinas neumáticas y un enorme tráfico de maquinaria pesada hace que los habitantes de estas pedanías deseen que la obra acabe lo antes posible.