El fenómeno de la isla de calor urbana también ocurre en Loja. Este efecto es causado por la acumulación de calor durante el día en grandes masas de hormigón o asfalto, irradiándolo por la noche, lo que empeora la sensación térmica en olas de calor como la que estamos viviendo
Temperatura a las 4 de la tarde en la superficie de asfalto del parking
Loja, y todo el Poniente Granadino, se encuentran en una de las zonas más vulnerables al cambio climático de Europa. Las sequías cada vez más recurrentes y las olas de calor más intensas y duraderas son algunos de los síntomas que ya notamos en nuestro día a día.
En las ciudades, estas olas de calor se ven agravadas por el efecto de “isla de calor urbana”. Las grandes masas de hormigón y asfalto acumulan una gran energía en forma de calor durante el día y lo irradian por la noche, aumentando la temperatura, el consumo energético y empeorando la calidad de vida de sus habitantes
Un ejemplo de esto lo tenemos en el recién creado parking de bonilla, una enorme superficie de asfalto que hoy marcaba 60º en su superficie
Un ejemplo de esta isla de calor lo tenemos en el reciente parking de Bonilla, una enorme superficie de asfalto sin ninguna sombra que hoy, a las 4 de la tarde, marcaba 60 grados de temperatura. Hicimos otra medición, no muy alejados de este parking, en una zona con sombra y vegetación, dando un resultado de 32 grados, casi la mitad.
Si bien el nuevo parque del Genil, realizado por el actual Gobierno local, es una muy buena noticia y es la senda hacia la que hay que caminar, Loja también necesita zonas verdes en su casco urbano, y más en la principal zona de expansión de la ciudad, la Avenida Pérez del Álamo, la cual no tiene ni una zona verde para la gran cantidad de familias que allí viven.
Se necesita adaptar la ciudad al cambio climático, transformar las plazas duras actuales, que funcionan como “estufas” nocturnas, en áreas que mitiguen la sensación de calor y sirvan como zonas de esparcimiento para los vecinos y vecinas. La plantación de árboles y plantas que den sombra y absorban la contaminación de los vehículos es fundamental para conseguir una ciudad más habitable, en un contexto en el que las olas de calor cada vez serán más intensas y duraderas.