Tras una concentración totalmente pacífica donde miles de ilurquenses han pedido justicia para el joven fallecido, algunos vecinos recorrieron las calles del pueblo destrozando las viviendas de los presuntos asesinos
Miles de vecinos se manifiestan pacíficamente en la plaza del Ayuntamiento de Íllora pidiendo justicia para Juan. Foto de la Plaza Digital
La sociedad ilurquense gritó ayer justicia para Juan, el joven de 19 años muerto a mano de dos agresores durante las fiestas patronales del municipio. A las ocho de la tarde, vecinos, autoridades políticas y amigos del fallecido se concentraban a la puerta del Ayuntamiento para apoyar a la familia y pedir justicia ante su asesinato.
No era la primera vez que los presuntos asesinos de Juan estaban envueltos en episodios violentos, algunos de los vecinos consultados han afirmado que eran unas personas conflictivas y peligrosas que ya habían estado involucrados en agresiones.
Una protesta pacífica en su inicio
Multitud de jóvenes amigos de Juan, lloraban y se abrazaban conforme iban llegando a la plaza, que pronto quedó pequeña ante la masiva afluencia de ciudadanos que querían mostrar el rechazo a su muerte y la solidaridad con su familia. En la puerta del Ayuntamiento se encontraba el alcalde de Íllora, Antonio Salazar, concejales de la corporación local y representantes políticos de otros municipios como Joaquín Ordóñez y Matilde Ortiz, ediles lojeños, que acudieron para solidarizarse con el pueblo ilurquense ante tal abyecto crimen.
Los ánimos comienzan a caldearse
Si bien la concentración inicial en la plaza del Ayuntamiento fue totalmente pacífica, tras la lectura de un manifiesto, en el que se condenaba su muerte y se pedía justicia para que este crimen no quedara impune; haciendo una llamada a la convivencia pacífica que siempre había caracterizado a Íllora, los ánimos se fueron caldeando y pronto surgieron voces pidiendo la expulsión y el destierro del pueblo para los presuntos asesinos. Algunos vecinos y vecinas pedían ir a buscarlos a sus viviendas, y agrupando un grupo de personas en torno a sí, se dirigieron a los domicilios de los agresores.
La turba enfurecida de personas llegó a la calle donde se situaba el domicilio de uno de los presuntos asesinos, pero no había nadie en su interior. Aun así, la tensión era extrema; cuatro agentes de la Guardia Civil custodiaban la vivienda, pero ante la incapacidad de controlar a la furiosa multitud, los vecinos reventaron a patadas la puerta, se colaron en ella, y la destrozaron. Mientras, otros, golpeaban la puerta del garaje y lanzaban piedras a las ventanas, rompiendo las rejas y los cristales.
La multitud clamaba acudir al resto de los domicilios, propiedad de los presuntos asesinos, para destrozarlos y animándose unos a otros, se dirigieron hacia la zona más baja del pueblo, donde, según ellos, se encontraban el resto de viviendas de los agresores.
Estas casas corrieron la misma suerte que la primera; un pequeño grupo de personas echaron abajo las puertas de entrada para romper y destrozar su interior, ante el jaleo de cientos de personas que se agolpaban fuera, contemplando como las viviendas eran arrasadas.
Llegan los refuerzos policiales
Tras asolar esta última casa, un grupo más numeroso de Guardias Civiles se dirigió hacia la furiosa muchedumbre para disolverla e intentar restablecer la paz en el pueblo. Tras esa segunda intervención policial, y la llegada de más patrullas y agentes de la Guardia Civil, la situación pudo ser controlada y turba disuelta.
El ayuntamiento se personará como acusación particular en el juicio
Previa a la concentración de los vecinos en repulsa por este asesinato, se produjo un pleno en el que el alcalde de Íllora, condenó los hechos y anunció que el Ayuntamiento se personaría como acusación particular en el futuro juicio. Además, anunció que intentarían, usando todas las herramientas y clausulas legales posibles, que los agresores no vuelvan a residir en pueblo; “el que quiera vivir en Íllora deberá vivir en paz y comportándose, y el qué no, que no venga, pero esto por desgracia no lo podemos decir en este pleno, lo tiene que decidir la justicia”.