Se ha detectado presencia de la bacteria Ralstonia Solanacearum, un microorganismo que causa “podredumbre parda” en patatas, tomates y otros cultivos de solanáceas. Además, se ha prohibido cultivar tomates, patatas y berenjenas en las parcelas afectadas durante 4 años.
Río Velillos a su paso por Moclín, en la conocida ruta del Gollizno. Foto de La Plaza Digital
Malas noticias para los agricultores de Moclín, la Junta de Andalucía ha declarado la presencia una peligrosa bacteria en las aguas del río Velillos y en las acequias del Rodeo y el Esquiladero. Esta bacteria causa la destrucción de los cultivos de patatas, tomates y berenjenas. Para evitar su propagación los propietarios de las parcelas afectadas cuya agua de riego proceda del río Velillos no podrán plantar ningún cultivo de las plantas antes mencionadas durante 4 años. Un duro varapalo para los propietarios de estas tierras.
La presencia de esta bacteria se detectó durante un control realizado por la Junta de Andalucía en septiembre de 2021. Después de detectar la presencia del patógeno en las primeras muestras tomadas, la Junta continúo investigando y realizando más análisis en cultivos de tubérculos regados con las aguas del río Velillos y sus acequias cercanas. Esta investigación encontró presencia de la bacteria en un mayor número de parcelas y masas de agua, por lo que la Junta ha comenzado a tomar las medidas necesarias para atajar la propagación de este peligroso patógeno.
Peligrosidad de la bacteria
Globalmente, R. solanacearum se considera uno de los patógenos vegetales más importantes por el gran número de especies que afecta, por su amplia distribución geográfica y por la persistencia en los terrenos infectados. La enfermedad que causa es endémica en las áreas tropicales y subtropicales.
En la Unión Europea es clasificado como plaga de cuarentena, por lo que está sometido a una vigilancia estricta. En España se detectó por primera vez en 1996.
La infección por R. solanacearum produce la marchitez bacteriana (podredumbre parda cuando se refiere a la infección en la patata). El patógeno, presente en el suelo, entra en la planta por las raíces y coloniza los vasos que transportan el agua y las sales minerales en las partes aéreas de la planta, haciendo un tapón que causa un marchitamiento rápido de las hojas y, finalmente, la muerte de la planta. Este mecanismo es compartido con otros patógenos vasculares que también invaden el xilema de la planta, como la bacteria Xylella fastidiosa, que actualmente amenaza los cultivos de olivo, almendro, viña, y otras especies en el Mediterráneo.
Pocas opciones de solanáceas resistentes
Los tomates comerciales son susceptibles a Ralstonia solanacearum y las pocas variedades resistentes que existen hacen tomates muy pequeños. En regiones en las que R. solanacearum es un problema, se ha optado por injertar variedades comerciales en el pie de la variedad resistente. Precisamente esta es la solución que han implementado los agricultores del estado de Carolina del Norte (EE.UU.), donde la bacteria produce pérdidas en múltiples cultivos desde hace más de un siglo.