2 de marzo 2023 / Redacción
Una investigadora alemana descubre el genoma del ser humano moderno más antiguo al sur de Europa. Un hallazgo excepcional que confirma que nuestros antepasados se refugiaron en esta tierra durante la época del Máximo Glacial que despobló el norte de Europa

Cueva de Malalmuerzo. Foto del Ayuntamiento de Moclín
Hace 20.000 años, durante la última gran glaciación, el continente Europeo estaba congelado desde Islandia, hasta Hungría. El permafrost y las masas de hielo cubrían casi todo el territorio, por lo que la supervivencia de nuestros antepasados se hacía extremadamente compleja, por ello, el homo Sapiens emigró hacia territorios más cálidos. Uno de estos refugios climáticos fue el territorio donde se asienta la cueva de Malalmuerzo, en Moclín.
Una investigación científica, liderada por Vanessa-Villalba, perteneciente al instituto Max Plank de Alemania ha realizado un descubrimiento excepcional, el material génetico, perteneciente a dos dientes de un individuo que vivió hace 23.000 años en la cueva moclineña, y que son el único fósil de este período encontrado en toda Europa.
Este descubrimiento ha sido clave para desvelar los movimientos poblacionales de los antiguos europeos de entre hace 35.000 y 5000 años, por tanto, supone el genoma humano más antiguo de humano moderno al sur de la península Ibérica. Un hallazgo excepcional que pone de relieve la importancia, como yacimiento arqueológico de esta cueva, y como un espacio de producción único de conocimiento de cómo el sur de la península Ibérica funcionó como zona de refugio climático cuando la mayoría de Europa era un páramo congelado.
El hombre de Malalmuerzo es el enlace genético entre las primeras poblaciones de humanos modernos que se desplazaron primero desde el continente buscando lugares más aptos para la supervivencia de nuestra especie, sobreviviendo, y pudiendo expandirse, cuando los hielos comenzaron al retirarse, al resto de Europa.