15 de abril 2023 / Juanjo Matas Rosúa
Durante siglos, en las escarpadas y frías tierras de Alhama sus habitantes han producido vinos de calidad excepcional. En este artículo conoceremos la historia de la viticultura alhameña y las características de estos caldos
Viñas en el Cortijo Moyano. Foto de La Plaza Digital
El cultivo de la vid y la producción de vino se remonta a siglos atrás en las tierras de Alhama de Granada. Existe documentación de época medieval, tras la conquista cristiana de este territorio, donde se repartían viñedos entre los nuevos pobladores. Lo que indica que la cultura asociada al vino existe en Alhama desde hace cientos de años.
En el municipio de Alhama las viñas se sitúan a 1000 metros de altura, lo que provoca una amplía oscilación térmica, creando un microclima muy adecuado para la producción y maduración de la uva. Estas características orográficas y climáticas son compartidas con otras zonas vinícolas de la provincia, como puede ser la Alpujarra Granadina.
Un vino de calidad, aunque poco conocido fuera de su tierra
“Quizás el vino de Alhama no tiene la fama que se merece, al ser más desconocido que el producido en otros territorios con más renombre, pero no desmerece absolutamente nada. En las diferentes iniciativas empresariales de comercialización que se han llevado a cabo el dulce y el blanco son muy apreciados por los consumidores”, nos cuenta David Fernández Pino, un jameño que, junto a su padre, Manolo Fernández Moyano, nos atienden en su finca, el cortijo Moyano, para compartir una charla sobre los caldos de esta zona.
Uvas al sol. Foto de la asociación Fiesta del Vino de Alhama
Una producción familiar
“En Alhama hay una fuerte tradición de cultivo y producción de vino”, señala Manolo Fernández, “aquí muchísimas familias tenían una o varias aranzadas de viñas y siempre se ha producido vino para el consumo de la casa, dependiendo la familia a algunos les faltaba y a otros les sobraba”, comenta entre risas. “Antiguamente, el atender los viñedos, al estar plantados en suelos pizarrosos que no se embarraban, era una faena que se hacía en los días lluviosos, y así no se perdía el peón del campo”, nos explica Manolo.
Unas variedades tradicionales que se producen prácticamente sin uso de productos químicos
Este alhameño nos apunta que la gran mayoría de los agricultores usan muy pocos productos fitosanitarios “se le echa un poco de azufre y cobre para evitar la aparición de hongos, pero poca cosa más, además, las variedades de uva más autóctonas, como la Rome, la Tintera o la Perruna, son más resistentes a las plagas que las comerciales, como la Garnacha o la Cabernet”.
“Aquí la variedad de uva tinta más tradicional es la Rome, como la llamamos nosotros, y de uva blanca la Perruna y la Jerezana. Igualmente, en la producción tradicional de vino -como casi todo el mundo tiene cepas de diferentes variedades- no se suelen separar, se echa todo junto al caldero y sale un vino rosado, que es bastante apreciado. Luego ya, como se suele decir, cada maestrillo tiene su librillo, hay gente que le gusta más dulce, por lo que las “solea” más (solear es extender la uva en paños al sol para aumentar la concentración de azúcares por la pérdida de agua) a otros más seco, eso ya depende del gusto personal de cada uno”.
La Fiesta del Vino, el escaparate del vino alhameño
Desde hace 10 años, en el mes de febrero, se celebra la Fiesta del Vino en Alhama. Durante una jornada, los cosecheros jameños reparten miles de litros de vino del terreno entre los asistentes.
Imagen de uno de los puestos de cosecheros durante la pasada Fiesta del Vino. Foto de la asociación Fiesta del Vino de Alhama
Este evento tiene como objetivo promocionar este producto entre los visitantes, que acuden de diferentes puntos de la geografía andaluza, además de fomentar el conocimiento de otros productos gastronómicos de Alhama, como sus famosos quesos, elaborados en queserías tradicionales.
El dinero que se recauda en esta fiesta se destina a un fin benéfico, por lo que es una muy buena oportunidad para conocer el vino de Alhama, sus gentes y otros productos de alimentación de altísima calidad que se producen en esta tierra.