El jueves tuvo lugar una interesante conferencia en el Pósito lojeño a cargo de los investigadores García Pulido y Ruiz Jaramillo, en la que explicaron la enorme riqueza patrimonial que posee el conjunto arquitectónico de torres y atalayas defensivas existentes en la comarca
Los investigadores durante el desarrollo de la conferencia. Foto de La Plaza Digital
Durante la tarde del jueves los investigadores García Pulido y Ruiz Jaramillo explicaron a los asistentes a la conferencia el estudio científico que han realizado llamado “Las fortificaciones medievales conservadas en el distrito de Loja”. Esta conferencia se encuadra dentro de la exposición -del mismo nombre- que puede contemplarse en el museo histórico de la Alcazaba de Loja. En la exposición se muestran imágenes, planos y reconstrucciones digitales de las torres medievales que formaron parte del sistema defensivo del reino de Granada.
Los investigadores explicaron que en la provincia de Granada -a diferencia de Málaga y Almería- es donde más torres y atalayas de este tipo se han conservado, aún así, tan solo un tercio de todas las que se construyeron han llegado hasta nuestros días; la presión urbanística, los problemas ambientales, terremotos o el viento y la lluvia han provocado la desaparición de muchas de ellas.
Dentro de estas torres había de diferentes tipos; aquellas destinadas a una función de vigilancia, como la que hay en la Venta del Rayo, conocida como “la torrecilla”, otras que tenían un cometido de protección de recursos valiosos, como el torreón de Fuente Camacho, que tenía como misión proteger la explotación de sal, un recurso fundamental en esa época, o también aquellas denominadas torres de alquería, cuya función era proteger y controlar asentamientos agrícolas, como la torre de Huétor Tájar.
Loja era la llave del valle del Genil, una “autopista” que llevaba directamente hacia el corazón del reino Nazarí, Granada, de ahí la creación de esta potente red defensiva en nuestra comarca. Este territorio poseía una importancia estratégica clave, por lo que el hostigamiento militar de esta zona fue continuo durante los enfrentamientos entre el ejército cristiano y musulmán.
Este sistema defensivo conformó el territorio
Los expertos destacaron la importancia de esta red de construcciones defensivas a la hora de “coser” el territorio, ya que establecían claras líneas fronterizas entre regiones que, en muchos casos, han llegado hasta nuestros días. Explicaban que el distrito de Loja, en la antigüedad, se introducía en lo que hoy es Villanueva de Tapia, en la provincia de Málaga, y también en el vecino municipio de Priego de Córdoba.
Oportunidad de desarrollo económico
Todo este conjunto de fortificaciones supone una oportunidad económica para los municipios y comarcas en los que se encuentran ya que se podrían crear itinerarios culturales que servirían para dinamizar la economía local y provincial. La creación de rutas – con el hilo conductor de estas torres y su historia- tendría un enorme potencial monumental, cultural y paisajístico, además de servir para que los propios ciudadanos conozcan el valor de estas construcciones. La divulgación y el conocimiento del patrimonio de los territorios está intrínsecamente ligado con su preservación, ya que, lo que no se conoce, no se cuida.
El director del área de cultura de Loja, Juan Alonso, en una de sus intervenciones apuntó que este proyecto era un magnífico ejemplo de que la investigación científica puede ser usada también como herramienta para elaborar políticas de desarrollo económico.