
José María Martín
Trovador en la Última Frontera
Una historia relatada
Hoy voy a contar la historia
de una tierra que avanza,
que no se siente perdida,
porque aún tiene esperanza.
A pesar de que, a unos pocos,
avanzar le cuesta tela.
Se afanan en poner trabas,
no paran de sacar pegas,
nos andan siempre poniendo,
trancas y palos en las ruedas.
Un ejercicio de memoria,
porque voy a recordarles,
qué votaron a las leyes,
que hoy parecen intocables.
Cuando se llamaban AP,
Pongamos… la Constitución,
hubo dos que se abstuvieron,
nueve “síes” y cinco votaron no.
Y se les llena la boca,
como si fuese de ellos,
cuando todos debatimos,
discutimos, propusimos
y entre todos la parimos.
Al divorcio se opusieron,
con viveza y con ardor,
pero resultó que luego,
al poco de aprobado,
más de uno, divorciado.
Junto a la UCD, pidieron el NO,
en el Referéndum que decidía,
si éramos comunidad histórica,
como vascos y catalanes.
Y hoy nos cambian la retórica,
mintiéndonos, como rufianes.
Cuando ya se refundaron,
nuevo nombre adoptaron
y fueron, el Partido Popular,
siguieron en la negación
para hacer de oposición.
Pero seguimos avanzando
y cuando nos gobernaron,
a las cosas importantes,
menos mal, no las tocaron.
Aunque nos hicieran daño,
nos llevaran a una guerra,
nos mintieran, nos robaran,
y se sintieran tentados…
Los avances, son sagrados.
Se han opuesto al aborto,
cada vez que se ha tocado.
Siempre que NO, han votado.
Pero cuando nos gobiernan,
ni una coma le han cambiado.
También votaron en contra,
de que la gente se casara
con quien quisiera.
Pues no la han derogado.
No sería tanto pecado.
A la ley de dependencia,
la que es de Andalucía,
el Bonilla, votó que NO.
Mal que ahora alguno vaya
colgándose la medalla.
Y, en España no hizo falta,
ni derogarla siquiera,
metieron un tijeretazo,
dejándola sin sentido,
sin dinero ni contenido.
Hubo muchos más recortes,
en pensiones y servicios,
en sanidad y educación,
en derechos y libertades,
de huelga o de expresión.
Pues algún que otro grafitero,
a algún teatrero y a raperos,
o, a quien iba en un piquete,
con los huesos en la cárcel,
dieron en un periquete.
Y esa reforma laboral,
que no acordaron con nadie,
donde el obrero era esclavo,
pues lo podían despedir,
solo por ponerse malo.
Pues todo esto acabó
cuando el gobierno cambió.
Y volvieron los derechos,
la justicia y las libertades.
Vamos, para sacar pecho.
Volvieron los que trabajan
y así tuvimos nuevas leyes,
una nueva reforma laboral,
acordada y consensuada,
con sindicatos y patronal.
Y como era cosa buena
para los trabajadores,
demos gracias a Casero,
que, aunque sea del PP,
errando fue un caballero.
Más acuerdos y reformas,
que así seguimos palante,
a pesar de los poderosos,
de eléctricas y petroleras,
que andan le pagando a otros,
que intenten, quitarnos votos.
Otros siguen, a lo que siguen,
votando que “NO” al progreso,
lo mismo Ciudadanos y el PP,
pues no hacen más que eso.
Da igual Aznar, Rajoy,
que Casado, Marín o Feijóo.
Y también su niño malo,
que de pronto les ha salido
y que parece al lobo feroz.
Con nombre de diccionario,
al que todos llaman Vox.
Nosotros a trabajar, y
a seguir labrando España,
que ya lo dice el refrán:
“Que las buenas labores,
son cosa de labradores”.