José María Martín
Trovador en la Última Frontera
Dos años, dos meses, dos semanas y dos días.
Dos años, dos meses,
dos semanas y dos días.
No es el tiempo de una condena,
es lo que lleva este gobierno
gobernando en el infierno.
Porque vino la pandemia,
la parada del país,
todos en casa encerraos,
enfermos de mil en mil.
Después llegó Filomena,
que fue casi un huracán,
dejando lluvias y nieve
y el país patas arriba,
a gusto de tos nunca llueve.
Luego fueron los incendios,
el peor Sierra Bermeja,
con los pinsapos ardiendo,
los árboles y la maleza.
Y cuando todo esto pasó,
se nos desató el volcán,
y en la Palma a las familias,
las casas le destrozaban.
De Covid hubo seis olas,
cada vez con menos fuerza,
pero tenían su incidencia,
afectando a la economía
de turismo y hostelería.
Y cuando ya nos parecía,
que todo estaba pasando,
que todo iba mejorando,
llega el Putin, hijo putin,
y va y me invade Ucrania,
provocando así una guerra,
miles de heridos y muertos,
millones de desplazados
y también nos afectaba,
subida de la gasolina,
y la luz se disparaba,
huelga de camioneros
los del campo protestaban,
y amarrados en los puertos
están los barcos de la pesca.
Uffffffffffffffffffffff
Un respiro por favor.
¿Y el gobierno qué está haciendo?
Que estará haciendo el gobierno,
se preguntan en los bares,
en la calle, en la peluquería
o en tertulias televisivas
profesores de economía.
Por lo pronto trabajar,
porque lleva trabajando
dos años y dos meses
dos semanas y dos días.
Por lo pronto vacunarnos,
que no es cosa baladí,
y con dosis de refuerzo,
cuarenta y siete millones
que es muy fácil de decir.
Luego también ha sacado
algunas leyes palante,
de presupuestos las dos,
de educación, de eutanasia,
de protección a las víctimas
de adolescencia e infancia.
Protección a víctimas de
la violencia de género,
la de no vender a perdidas,
la ley de transición ecológica,
reforma del sistema público
de pensiones, permiso retribuido
recuperable, ingreso mínimo
vital, así hasta cuarenta y siete
incluyendo la reforma laboral
acordada entre empresarios
y trabajadores.
Y acordando con camioneros,
pescadores y camperos,
porque para dialogar,
son únicos eso es verdad,
vamos para echarle flores.
Otros “ciudadanos” en cambio,
en este mismo bienio,
se fueron a trabajar
a la empresa privada,
pero como de trabajar nada,
en la calle lo plantaban.
Otros “populares” en cambio,
en este mismo bienio,
echaron un pulso a los suyos,
denunciaron componendas,
con Ayuso se han metido
y han desaparecido.
Y los otros ahí siguen, Voxiferando,
con sus memes y sus fakenews,
sin pagar trabajadores
juzgados y condenados
pero nadie los ha puesto
de patitas en la calle.
Y lo que yo me pregunto
¿Qué se habría podido hacer
sin volcán, sin filomena
ni guerra, sin Covid ni olas?
Pues quien iba a imaginar,
hace dos años y poco,
que íbamos a ver jugar
en Barcelona a la Roja,
y de esa forma animar.
Y aunque dos años, dos meses,
dos semanas y dos días,
nos parezcan más de cien,
ya lo dice el refrán:
Que no hay mal que cien años dure.