José María Martín
Trovador en la Última Frontera
La mala educación
Me ha surgido a mí una duda
al ver por televisión,
el día de la hispanidad,
el griterío que se armó.
No respetaban al Gobierno,
ni siquiera al Presidente,
ni a las Fuerzas Armadas,
cuando honraban a su gente.
Mi duda, ¿Quién voxiferaba?,
¿fue por mala educación?
o tuvo una educación mala,
y una muy mala instrucción.
Si es por mala educación,
eso no tiene remedio,
ya son todos grandecitos,
y tienen los huevos negros.
Si su educación fue mala,
sus colegios no instruían,
y valores no impartían.
clases tendrán que tomar
y obtener sabiduría.
Aunque pensándolo bien,
creo que son las dos cosas,
sesgada fue la instrucción,
y la educación escasa.
Que ignorancia, quien gritaba
felón, judas y traidor
mentiroso y embustero,
asesino, okupa, dictador.
Pues les tengo que decir,
que asesinos, los que matan,
mentirosos, los que engañan
traidores los que hablan,
dentro y fuera, mal de España.
Y, si esta gente es que no sabe,
que el dictador tiene nombre,
no importa, yo se lo digo,
Francisco Franco Bahamonde.
Ese sí que fue un okupa,
para ocupar, el poder
muertes, torturas, y exilio,
y una feroz represión,
tuvimos que padecer.
No nos tiréis de la lengua
para que os lo recordemos,
y después, nos reprocháis,
que siempre con Franco estemos.
Dictador, no es el que gana,
dos veces unas elecciones,
y gobierna por el voto
de mayoría de españoles.
A ver si aprenden señores,
es cuestión de democracia,
hay que ganar en las urnas,
y no gritando falacias.
Confío les hayan servido
estos retales de historia,
que no caigan en saco roto,
torpeza y necedad mitigan,
saber lo que vale el voto.
Salgan ya de su ignorancia,
y sean personas cabales,
repasen ustedes la historia,
y aprendan buenos modales.
Resulta que este romancero,
lo escribí el año pasado,
por culpa de la actualidad,
no lo había publicado.
Esperaba que este año,
no sucediera lo mismo,
que imperara la cordura
la educación y el civismo
he visto que no ha sido así,
pues hay gente que afrenta,
que despotrican con frenesí,
y los insultos alientan.
y como hay quien enfrenta,
y en los colegios mayores,
no tienen ningún castigo,
pues la cabra tira al monte,
y vuelve la burra al trigo.