José María Martín
Trovador en la Última Frontera
El ocaso de los analfabetos
Los que confunden la patria,
y desconocen sus símbolos,
los que ignoraron la historia,
y quieren borrar la memoria,
en Víznar se presentaron,
este domingo pasado,
intentando hacer añicos,
el busto de Federico.
¿Qué valientes españoles?,
con nocturnidad y alevosía.
¿Qué ilustres ignorantes?,
hicieron esta felonía.
No saben que España es,
El Romancero Gitano,
y también Bodas de Sangre,
o, Sonetos del Amor Oscuro.
Seguro que esto jabatos,
olvidan que nuestra patria,
es de pintura, y es teatro,
es de música, y es poesía.
Objetan que nuestro himno,
sea el Poeta en Nueva York,
o un Pequeño Vals Vienes,
el que cantó el Leonar Cohen,
y los Lagartija con Morente.
El poeta universal,
cantado por Camarón,
y por todos admirado,
por todos los andaluces,
sean payos o Gitanos.
Seguro que desconocen,
que el color de la bandera,
es luna, es agua, es sangre,
es hierba, caballo, y toro,
es peine, es plata y oro.
Es La poesía de Federico,
la del poeta de Granada,
de ese amante de la vida,
de marionetas y Barraca.
Que pena me estáis dando,
los que habéis participado,
intentando crear dolor,
que grande vuestra cobardía,
y qué pequeño el valor.
Ahora vais, y os ponéis,
una banderita en el reloj,
porque lo que es a Federico,
no vais a quitarle la voz.
Y es que anda por el mundo,
por los cinco continentes,
dando amor, y dando vida,
por corazones y mentes.
Pues una frase de la cual,
no sé, quién es el autor,
pero que se me quedó clavá,
por el año setenta y dos,
y que dice con mucho tino,
sabias palabras y acierto,
“Que Federico está, vivo
y el que lo mató está, muerto”