Nuria Ortiz Guerrero
Directora de colegio
El papel de la mujer en el conflicto bélico
En la víspera del 8M, y quizás por la concatenación de hechos de las últimas semanas, relacionadas con la invasión de Ucrania, mi mirada en cada noticia, tuits… No solo se centraba en la infancia, que siempre ocupa un lugar privilegiado a la hora de analizar cualquier noticia en mi vida, sino hacia las mujeres y su papel en este hecho. Mujeres de Ucrania, o de cualquier otro conflicto bélico.
Su papel, su intervención, sus miradas ha llamado mi atención.
Decía Barbijaputa (seudónimo de una escritora, columnista, tuitera y activista social española que mantiene su identidad en el anonimato, ¿por qué será?) que la guerra es cosa de señoros contra señoros, sin embargo he visto muchas mujeres en estos días dentro de la milicia ucraniana, he visto como muchas madres y padres iniciaban ese éxodo fuera de su país, para dejar a sus hijos en lugar seguro y volvían para luchar, he visto a madres y padres protegiendo a sus hijos bajo tierra. Me llamó la atención el testimonio de Anastasiia Lenna (Miss de Ucrania) portando su arma rompiendo estereotipos de la mujer guapa sin criterio, ni opinión. He querido ver cómo el papel de la mujer va más allá de “mujeres y niños primero” por ser más débiles.
Aun así seguimos sufriendo el patriarcado, también en estas situaciones. En las negociaciones, se ve que los hombres negocian mejor, entiéndase la ironía, y el resultado aquí lo tenemos en nuestras retinas y nuestros corazones con imágenes que no deberían volver a repetirse.
En reuniones sobre largas mesas, donde parece que el tamaño sí importa, donde solo cabe la opinión de hombres trajeados, al igual que ocurre cuando se han reunido los empresarios europeos para determinar acciones en el mercado de grandes empresas con poder económico (dos hombres han representado a España).
Sin embargo, se avanza, claro que se avanza en igualdad, pero queda mucho para romper las diferencias impuestas socialmente. Y este avance también se observa en estos conflictos bélicos, que nunca debieron ocurrir, sirva de ejemplo Yulia Timoshenko (Ex primer ministra en Ucrania) o Victoria Nuland (representante de EEUU en la OTAN) o Ángela Merkel (que de forma unilateral firmó los acuerdos de paz de Minsk II).
Por ellas, las que hoy están luchando por su país, por nosotras, las que en nuestro día a día vivenciamos micromachismos, por las dos españolas que han perdido la vida en esta semana, nos sobran las razones para salir a la calle y pedir igualdad. Pero sobre todo porque nos queda mucho para que la igualdad sea real, el 8 de Marzo del 2022 las calles deben volver a visibilizar a mujeres y hombres, hombres y mujeres que den voz a las que ahora mismo no tienen.