“Si no me dices donde está tu amigo te mato” estas fueron las palabras de Brando a Juan antes de emprenderla a puñetazos y golpes contra su cara y su cabeza
El hermano del agresor a las puertas del juzgado de Loja atendiendo a los medios de comunicación
Ha salido a la luz el atestado policial de la muerte del joven Juan, el ilurquense muerto a manos de Brando, un vecino de etnia gitana. En él, se detalla el origen de la pelea, un cubata derramado, que costó la vida al joven Juan.
La policía explica que el origen de la pelea estuvo en una caseta de la feria; el grupo donde se encontraba Brando, el agresor, la emprendió a golpes contra otros chavales a raíz de una copa derramada. Estos chicos, al verse superados en agresividad y número, huyeron de la feria para ponerse a salvo y consiguieron despistar a Brando y a su grupo.
Mientras, Juan y su novia volvían de la feria, ajenos a todo lo que se les venía encima, cuando Brando se encontró con él, sabiendo que los chavales a los que perseguían eran amigos suyos le amenazó “o me dices donde están tus amigos o te mato” Juan, que no sabía dónde estaban sus amigos, no dio una respuesta satisfactoria a Brando, que comenzó a darle puñetazos en la cara hasta que cayó al suelo.
Inconsciente y tirado en la calle, Brando continuó pateándolo con saña, según los testigos de la agresión. Después, también agredió a la novia, dejando a Juan tirado en el suelo, moribundo. Minutos después, dio una paliza a otro joven, se montó en su coche y se fue a casa. Casualmente, pasó muy cerca de donde Juan yacía en el suelo, espetando a los allí presentes “si lo he matado, ya sabéis dónde venir a buscarme”.
Chulo y sin pedir perdón
Durante su comparecencia ante el juez, fuentes policiales afirman que su actitud fue chulesca y se negó a declarar y a pedir perdón. Esta actitud no concuerda con la versión que dio la familia, su hermano, a la puerta de los juzgados de Loja dijo que había sido “un accidente y que su hermano no era ningún asesino”
Las asociaciones gitanas dan por válida la versión de la familia y ya han denunciado a varios vecinos, a miembros de los cuerpos policiales y al alcalde de Íllora por delitos de odio
Frente a este atestado policial, las diferentes asociaciones gitanas que están asesorando a la familia, mantienen la versión de que todo fue un desgraciado accidente. Además, han aumentado su número de denuncias, acusando también al portavoz de la asociación vecinal “Unión Ciudadana de Íllora” de delitos de odio por unas declaraciones de esta persona en diferentes medios de comunicación