Miguel Jáimez
Asesor laboral.
Coto a los contestadores automáticos
A quien no le ha desesperado un contestador automático cuando haces una llamada para una reclamación o para cualquier aclaración con una empresa, ya sea telefónica, bancaria o de otra índole. Al fin llega una ley que va a regular su uso y pone unas normas para que estas empresas no abusen con estos servicios telefónicos.
Suele ser servicios de pago, aun así te atiende una grabación automática diciéndote que la llamada va a ser grabada o cualquier otro comentario que, tarda más de un minuto sin poder hablar con nadie. Dejándote a la espera, con el prejuicio económico y sin poder ser atendido en una urgencia o de forma personal.
Para colmo después te tienes que enfrentar a unos odiosos menús de marcar 1 para tal opción o 2 para otra opción, y así hasta siete u ocho opciones. Pues ya se va a poder elegir que te atienda una persona directamente, muchas veces después de escuchar toda la audición electrónica y de esperar un buen rato salta con que “en este momento no podemos atenderle”.
Son muchas veces los propios teléfonos de atención al usuario de las propias administraciones los que no funcionan bien, no hay quien te coja un teléfono y que te dé una cita para una asistencia presencial o puedas consultar una duda.
Esperemos que todas estas cosas mejoren, y las empresas y administraciones den unos servicios de calidad. Tengamos una atención personal y adecuada para que los usuarios puedan solventar sus problemas de forma personal y humana.
También se va a exigir a los servicios de atención que para personas con problemas auditivos puedan ser atendidos por otras vías como pueden ser videollamadas o correo electrónicos, además de también se va a poder solicitar la intervención de un traductor de lenguaje de signos. Una de las medidas que se rige con la nueva ley es que no podrás estar más de TRES minutos en espera para poder ser atendido.
Esperemos que las empresas cumplan con la ley y nos veamos todos beneficiados con servicios de mejor calidad y cumplan con las normativas, para tener unos servicios de atención a los ciudadanos de un buen nivel y de trato humano.